Fundado
en el siglo XV, a extramuros de la ciudad, su iglesia es del 1641. En el atrio
hay un gran cuadro con la aparición de la Virgen, obra de Leonardo Enríquez,
discípulo de Pablo de Céspedes, muy repintado, y hecho en 1596.
En
el interior del Santuario hay una colección de cuadros de Antonio del Castillo,
con figuras representando la Vida de Cristo y en la sacristía, la imagen de
Cristo muerto, empezadas por el cordobés Juan de Alfaro y terminada por su discípulo
Palomino.
Entre
la casa del Capellán y la iglesia, hay un pequeño claustro con cientos de
tablillas que explican milagros alcanzados de Nuestra Señora, e innumerables
exvotos. La
tradición no dice que la Imagen de Nuestra Señora de la Fuensanta, se encontró
por revelación propia, en el tronco de un cabrahígo que había en el lugar
donde hoy está el pocito, construido sobre el manantial de agua, al que se
atribuyen múltiples curaciones y sobre el que se hizo, primero un humilladero y
más tarde, la bóveda compuesta de tres arcos ojivales que se alza delante de
la bellísima fachada de la iglesia, también hoy en restauración y cuyas obras
estarán terminadas en 1982.