HABLAR CON DIOS
Hoy con Dios he decidido hablar.
Con el valor de pedirle cuentas de mi,
Ya hace mucho que lo debí de tratar,
si un mortal como soy, ello le enojará,
más si mi creador o mi padre fuere,
Él podrá entender mi ira y la excusare.
Vanidoso a tu semejanza me creaste,
y me llamaste hijo, por nacido de ti.
¿Por qué el injusto dolor se cebó en mi?,
De mi vida hiciste un duro calvario,
si hombre fuiste y tus manos clavadas,
a mí, por inocente, se me fue cortada.
Como mi dolorosa voz no te llegara,
¿Por qué madre sin corazón me distes?
si gozoso tú, para ti la mejor elegiste.
Me negaste un padre y tú tenías a Dios,
Tuviste tres días para morir y yo llevo
mi eternidad muriendo, en un sin vivir.
¿Como entonces puedo llamarte padre?,
¿que hijo es maltratado por su creador?.
Si por cuanto más débil e inocente era,
más las desdichas en mi se cebaban.
Como padre, y tu hijo amor me debías,
sólo recibí un olvidado abandono de ti.
Pero soy egoísta y pretencioso si
como “Dios Creador del Universo”
pusisteis los ojos en mi, inocente ser.
Los olvidados en guerras de tu desdén.
de porqué tantas miserias y tanto dolor,
Dios mío ¿tan grave fue lo de Adán?
¿Cómo inocentes seres pagaron precio
de una falta sin antes haber nacidos?.
Quería gritarte y desahogarme contigo,
acaso ¿no me creaste y eres mi padre?.
De ti dicen los sabios que eres falso y
no se puede demostrar tu autenticidad.
Creado por debilidad de los hombres,
que la razón es la necesitad de protección.
La verdad es, la contraria fe irraciona,
la ciencia nos educa en lo demostrable.
Yo no comprendo la polémica si es cierto,
Por dudar,se puede odiar a la razón?.
Si tengo miedo te busco, luego existes,
como niño asustado busco la fortaleza
del padre protector y me dé seguridad.
Si la suerte me es propicia, te olvido y
me hago huérfano de ti, me coloco
del lado de la razón, olvidando mi fe.
¡¡Dios no existe!!, los sabios así lo dicen,
¡¡Veis nos están engañando, mirad cuantas
riquezas posee el Papa en el Vaticano!!.
Así exclamo vanidoso de mi soberbia,
pero si la suerte se tornara en miseria,
hipócrita, olvidando lo dicho, vuelvo a ti.
¡Señor ayúdame que mi hijo se muere!,
Solo tú puedes salvarlo, es mi único hijo.
Dios, por favor, tu puedes hacerlo todo,
no permitas que la muerte me lo arrebate.
Ahora, como padre, comprendes mi dolor,
sin rencor me dices, tu hijo está bien, vete.
Esto me hace entender, que tu bondad esta
enlazada y unida con la suerte de cada uno.
Es tu perdón de padre con la incomprensión
de lo humano, de un no entender el porqué. ¿
Se puede apreciar la belleza sin la fealdad?,
el perdón y la caridad ¿podría sin el amor?
Bien cierto es, que me has dejado hablarte,
cuando al empezar todo fue odio, rencor, pena.
Más en terminando este monologo contigo,
siento que todo en mi se ha tornado en paz.
La belleza y el amor se hacen ostensibles,
la ira se serenó y vivió el perdón con amor.
Roque Cruz
Hoy con Dios he decidido hablar.
Con el valor de pedirle cuentas de mi,
Ya hace mucho que lo debí de tratar,
si un mortal como soy, ello le enojará,
más si mi creador o mi padre fuere,
Él podrá entender mi ira y la excusare.
Vanidoso a tu semejanza me creaste,
y me llamaste hijo, por nacido de ti.
¿Por qué el injusto dolor se cebó en mi?,
De mi vida hiciste un duro calvario,
si hombre fuiste y tus manos clavadas,
a mí, por inocente, se me fue cortada.
Como mi dolorosa voz no te llegara,
¿Por qué madre sin corazón me distes?
si gozoso tú, para ti la mejor elegiste.
Me negaste un padre y tú tenías a Dios,
Tuviste tres días para morir y yo llevo
mi eternidad muriendo, en un sin vivir.
¿Como entonces puedo llamarte padre?,
¿que hijo es maltratado por su creador?.
Si por cuanto más débil e inocente era,
más las desdichas en mi se cebaban.
Como padre, y tu hijo amor me debías,
sólo recibí un olvidado abandono de ti.
Pero soy egoísta y pretencioso si
como “Dios Creador del Universo”
pusisteis los ojos en mi, inocente ser.
Los olvidados en guerras de tu desdén.
de porqué tantas miserias y tanto dolor,
Dios mío ¿tan grave fue lo de Adán?
¿Cómo inocentes seres pagaron precio
de una falta sin antes haber nacidos?.
Quería gritarte y desahogarme contigo,
acaso ¿no me creaste y eres mi padre?.
De ti dicen los sabios que eres falso y
no se puede demostrar tu autenticidad.
Creado por debilidad de los hombres,
que la razón es la necesitad de protección.
La verdad es, la contraria fe irraciona,
la ciencia nos educa en lo demostrable.
Yo no comprendo la polémica si es cierto,
Por dudar,se puede odiar a la razón?.
Si tengo miedo te busco, luego existes,
como niño asustado busco la fortaleza
del padre protector y me dé seguridad.
Si la suerte me es propicia, te olvido y
me hago huérfano de ti, me coloco
del lado de la razón, olvidando mi fe.
¡¡Dios no existe!!, los sabios así lo dicen,
¡¡Veis nos están engañando, mirad cuantas
riquezas posee el Papa en el Vaticano!!.
Así exclamo vanidoso de mi soberbia,
pero si la suerte se tornara en miseria,
hipócrita, olvidando lo dicho, vuelvo a ti.
¡Señor ayúdame que mi hijo se muere!,
Solo tú puedes salvarlo, es mi único hijo.
Dios, por favor, tu puedes hacerlo todo,
no permitas que la muerte me lo arrebate.
Ahora, como padre, comprendes mi dolor,
sin rencor me dices, tu hijo está bien, vete.
Esto me hace entender, que tu bondad esta
enlazada y unida con la suerte de cada uno.
Es tu perdón de padre con la incomprensión
de lo humano, de un no entender el porqué. ¿
Se puede apreciar la belleza sin la fealdad?,
el perdón y la caridad ¿podría sin el amor?
Bien cierto es, que me has dejado hablarte,
cuando al empezar todo fue odio, rencor, pena.
Más en terminando este monologo contigo,
siento que todo en mi se ha tornado en paz.
La belleza y el amor se hacen ostensibles,
la ira se serenó y vivió el perdón con amor.
Roque Cruz