EL PUENTE ROMANO
El puente Romano de Córdoba es seguramente obra del Emperador Augusto, contemporáneo de la Gran Calzada Augustal, primera gran carretera del mundo, que unió Roma con Cádiz y Mérida y de la que quedan muchas columnas miliaria, algunas de ellas, colocadas actualmente en el Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral.
Ha sufrido muchas reformas y ha sido víctima de Guerras y revueltas y acaso no conserva ni un solo arco romano de los 16 que lo forman, pues algunos son musulmanes y el resto posteriores.
Se conserva mención histórica de reformas realizadas en el puente: en tiempos de emir As-Samah, en época del califa Hisham I; en la del Rey don Pedro I, el cruel; de los Reyes Católicos; en 1602 que se le hicieron dos nuevos arcos; de 1703, en que se solaron otros; de 1705; de 1780; que se hicieron nuevos pretiles y por último, en 1880 que fue completamente recalzado.
En la mediación del puente, hay una escultura dedicada a San Rafael, colocada en el año 1651, obra del escultor Bernabé Gómez del Río.
PUERTA DEL PUENTE
Delante del puente Romano se halla la Puerta del Puente, la más suntuosa de la pocas que se conservan del recinto murado.
Sustituyendo a la original, romana, llamada por los musulmanes Puerta de la Figura, porque sobre el arco de entrada había una estatua de la Virgen María, la actual es obra de Hernán Ruiz y fue construida por orden de Felipe II en 1572, no habiéndose visto terminados sus remates,por el pleito de jurisdicción que se entabló entre el Corregidor de la Ciudad y el pueblo.
Últimamente, la puerta que nos ocupa ha sufrido tres restauraciones; una en 1912, otra en 1929 y la más reciente en 1960.
Tiene unos pedestales almohadillados, flanqueados por columnas estriadas y unidos por un arquitrabe, en que está la dedicatoria.
Los relieves representan dos heraldos con el escudo de Castilla.
LOS MOLINOS
Cerca del puente, aguas abajo, están las antiguas aceñas o molinos harineros.
Los más interesantes en los llamados de en medio y de la Albolafia, cuya obra de restauración, en este último, se llevó a cabo por parte del Ayuntamiento de la ciudad, con dirección a cargo del ilustre arquitecto don Félix Hernández Gimenez, haciéndose otra, en época muy reciente.
Ahora ya tiene nuevamente la enorme rueda de 18 metros de diámetro en condiciones de marcha, recordamos que la primitiva, árabe, se desmontó por orden de Isabel la Católica, que, viviendo en el próximo Alcázar, no podía soportar el ruido que producía el artilugio y ordenó quitarla.
Esta noria, sacaba agua del Guadalquivir y la llevaba a través de un acueducto, sostenido por arcos de herradura hasta los Jardines del Alcázar Califal.
EL TRIUNFO A SAN RAFAEL
Es obra del artista francés Michel de Verdiguier que lo terminó en 1781 y fue mandado construir por el Cabildo Catedralicio en acción de gracias, por haber librado el Arcángel a la ciudad, de los estragos de un terrible terremoto.
Representa una gran roca en la que están las estatuas de San Acisclo, Santa victoria y Santa Bárbara con reliquias de santos; el sepulcro del Obispo don Pascual y una airosa columna que sostiene al Arcángel protector de la Ciudad.
El conjunto está rodeado de representaciones de todo cuanto produce el suelo cordobés.
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TORRE FORTALEZA DE LA CALAHORRA
La torre se encuentra al otro lado del Puente Romano y fue mandada construir en el año 1369 por Enrique II de trastamara, para defenderse de los ataques de su hermano Pedro I, en el lugar en el que hubo una coracha de época musulmana.
De sus torreones principales, el del costado de levante fue reconstruido por Juan II de Castilla y en su frente tiene las armas reales.
Aunque perteneciente al estío peculiar de esta clase de torres de defensa, presenta traza mudéjar, especialmente en las bóvedas.
En las catorce estancias que posee se ha expuesto, por parte del Ayuntamiento, a cuyo patrimonio pertenecen los documentos más importantes que definen la historia de Córdoba, y así pueden encontrarse en una de sus torres, los tres otorgados por Fernando III a la ciudad, después dela Reconquista.
En otras ,estancias se hallan expuestos escritos importantísimos sobre la navegación del Guadalquivir, desde el siglo XVI al XIX, y algunos dedicados a rememorar obras en el Puente Romano y en las torres y murallas de la ciudad. Documentos de indudable valor histórico.
Hay igualmente, es esta "Torre separada", pues esa es la significación de Calahorra, momentos evocadores a las figuras de Gran Capitán, Luis de Góngora y Argote y otros famosos personajes de la Córdoba pasada, así como una sala dedicada a los países iberoamericanos y otra que se dedicará en breve a los países Árabes.
La torre se encuentra al otro lado del Puente Romano y fue mandada construir en el año 1369 por Enrique II de trastamara, para defenderse de los ataques de su hermano Pedro I, en el lugar en el que hubo una coracha de época musulmana.
De sus torreones principales, el del costado de levante fue reconstruido por Juan II de Castilla y en su frente tiene las armas reales.
Aunque perteneciente al estío peculiar de esta clase de torres de defensa, presenta traza mudéjar, especialmente en las bóvedas.
En las catorce estancias que posee se ha expuesto, por parte del Ayuntamiento, a cuyo patrimonio pertenecen los documentos más importantes que definen la historia de Córdoba, y así pueden encontrarse en una de sus torres, los tres otorgados por Fernando III a la ciudad, después dela Reconquista.
En otras ,estancias se hallan expuestos escritos importantísimos sobre la navegación del Guadalquivir, desde el siglo XVI al XIX, y algunos dedicados a rememorar obras en el Puente Romano y en las torres y murallas de la ciudad. Documentos de indudable valor histórico.
Hay igualmente, es esta "Torre separada", pues esa es la significación de Calahorra, momentos evocadores a las figuras de Gran Capitán, Luis de Góngora y Argote y otros famosos personajes de la Córdoba pasada, así como una sala dedicada a los países iberoamericanos y otra que se dedicará en breve a los países Árabes.