PLAZA DE LAS TENDILLAS
Considerada como la plaza más céntrica de la ciudad, su configuración actual data de los años veinte del pasado siglo. Tras sucesivas reformas se ha convertido en uno de los lugares preferidos de encuentro para cordobeses y visitantes. En el centro de la plaza, sobre la fuente principal, está situada la estatua ecuestre del Gran Capitán obra del escultor Mateo Inurria.
La calle Cruz Conde, es una de las más importantes de Córdoba, acoge los principales comercios de la ciudad. Abierta durante el mandato de D. José Cruz Conde en 1926, sirve como unión de la Avenida Ronda de los Tejares con la Plaza de las Tendillas.
El actual reloj de la plaza de las Tendillas de Córdoba es un reloj inaugurado el 29 de enero de 1961. Situado sobre la esquina del edificio esquina con la calle Gondomar, cuenta con la peculiaridad de que, en lugar de dar campanadas, toca los cuartos y las horas con el sonido de una guitarra tocada por el guitarrista Juan Serrano a ritmo de soleares. Serrano donó esta obra a la ciudad de Córdoba. Vino a sustituir a otro que operó en la ciudad de Córdoba entre los años 1929 y 1945.
Considerada como la plaza más céntrica de la ciudad, su configuración actual data de los años veinte del pasado siglo. Tras sucesivas reformas se ha convertido en uno de los lugares preferidos de encuentro para cordobeses y visitantes. En el centro de la plaza, sobre la fuente principal, está situada la estatua ecuestre del Gran Capitán obra del escultor Mateo Inurria.
La calle Cruz Conde, es una de las más importantes de Córdoba, acoge los principales comercios de la ciudad. Abierta durante el mandato de D. José Cruz Conde en 1926, sirve como unión de la Avenida Ronda de los Tejares con la Plaza de las Tendillas.
El actual reloj de la plaza de las Tendillas de Córdoba es un reloj inaugurado el 29 de enero de 1961. Situado sobre la esquina del edificio esquina con la calle Gondomar, cuenta con la peculiaridad de que, en lugar de dar campanadas, toca los cuartos y las horas con el sonido de una guitarra tocada por el guitarrista Juan Serrano a ritmo de soleares. Serrano donó esta obra a la ciudad de Córdoba. Vino a sustituir a otro que operó en la ciudad de Córdoba entre los años 1929 y 1945.