En el año 590, el Obispo Agapio ó Agapito, fundó una basílica que durante la dominación musulmana se llamó de San Zoilo, en el barrio de los tiraceros o bordadores de sedas. En ella estudió San Eulogio y otros notables mozárabes, que allí tenían uno de sus más importantes centros religiosos.
Luego de la Reconquista, San Fernando mandó construir una parroquia, bajo la advocación de San Andrés, que después ha sido muy modificada, pues orientada al Oeste a Este fue atravesada por la actual, perpendicularmente. La nueva obra se terminó en el año 1733 y fue realizada en época del obispo don Marcelino Siuri.
De la primitiva construcción sólo queda el ábside central, convertido en sagrario, cuya planta es poligonal y su bóveda netamente ojival. Conserva también una portada gótica y en su interior un retablo de estilo renacentista y cuadros interesantes: La adoración de los Reyes del discípulo de Céspedes, Peñalosa y un San Roque del siglo XVI.
CASA SOLARIEGA DE LOS LUNAS Una pequeña plaza, del mismo nombre, es la antesala de la casa de los Luna y de Fernán Pérez de Oliva, celebre humanista cordobés. El edificio, construido en 1.544, es un excelente ejemplo del estilo plateresco.
CASA SOLARIEGA DE LOS
VILLALONES Se trata del más bello ejemplo de la arquitectura civil cordobesa del Renacimiento. Terminada en 1560 por Hernán Ruiz II, poseía en su interior la más hermosa huerta del casco histórico de Córdoba